lunes, 19 de noviembre de 2012

¿Estás bien?

Are you OK? Simples palabras que me cuestan expresar, y aún siendo en otro idioma, me echa para atrás. ¿Porqué es tan fácil hablar de cosas buenas, pero a la hora de querer abrir a esa persona sus sentimientos, me achico? 
I love you. Otra palabra que deseo decir, pero que me es tan difícil expresar. Pensamientos ante ese momento: 

1. ¿Se reirá de mí?
2. ¿No querrá compartir su tristeza?
3. ¿No le importo? 
4. Quizás, ¿no me considera su amiga?
5. ¿Le hará daño que recuerde su dolor?

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Tantas posibles respuestas, y ningún indicio de que sea bueno. ¿Es mejor hacer como si no pasara nada? ¿Poner tu mejor sonrisa y hacerlo olvidar? ¿Y si realmente me necesita? ¿Debo decirle que quiero ser su hombro el cual debe apoyarse siempre que lo necesite?

¿Qué es lo que pasa por tu cabeza? Me gustaría saber leer la mente de las personas, para poder entenderte y hacerte más feliz. ¿Querrías que fuera yo la que intentara animarte?

Y las preguntas continúan. La confianza que siempre he intentado mantener en mí misma, se derrumba ante estos momentos. Pero el mensaje es el mismo, quiero tu felicidad. No te pido nada a cambio, sólo que compartas ese sentimiento y me dejes estar en tu vida, como amiga, no pido nada más. 



sábado, 17 de noviembre de 2012

Capítulo 4


Horas antes, en otra parte de la cuidad, Valeria estaba temblando de camino al centro comercial. Hoy tenía una cita con un chico que apenas conocía, pero estaba convencida de que les iría genial. Lo había conocido por medio de Internet, gracias a unas amigas suyas que le hablaron muy bien de él. Decía llamarse Jorge, era un chico muy rebelde, o eso es lo que mostraba a simple vista. Aunque ella sabía que en el fondo era un buen chico. Se habían visto en varias fotos, aunque nunca en persona. De ahí los nervios de la chica ante esa cita. 

Cuando llegó al lugar indicado, no le costó encontrarlo. Estaba apoyado en una barra de metal enfrente del bar.  A decir verdad, era más guapo que en las fotos. Tenía el pelo rubio revuelto, unos grandes labios y unos ojos que le derretían con la mirada. Y si fuera poco, ¡estaba bastante cachas! Al aproximarse a él, le costaba hablar. Estaba demasiado nerviosa y no quería mostrarlo. Ante ese breve silencio, Jorge decidió hablar.

- Hola... Has llegado antes de lo que pensaba. ¿Te encuentras bien? - Valeria notó que su intento de mostrar indiferencia le había fallado.

- Hola. Es que el bus llegó antes de lo esperado. Si estoy bien, gracias. Ya sabes, soy un poco tímida y eso... 

- Jaja. No te preocupes mujer, que hay confianza. Bueno, ¿a dónde quieres que vayamos?

Dicho eso, Jorge la encaminó hacia un lugar fuera del centro comercial, en donde nadie los vería. Durante unas horas hablando y hablando, Valeria empezó a coger confianza y soltarse más.  De repente, hubo un incómodo silencio, por lo que el chico tomó la iniciativa y se acercó para besarla. Después de ese beso, llegó el otro, y así sucesivamente. Hasta que el chico perdió el control, esa chica le gustaba mucho. Demasiado. Mataría por ella. Matar, que buenas palabras. Dirigió su mano hacía las caderas de la chica, sin dejar de besarla. La chica notaba que se le había ido de las manos. No podía permitir que el chico llegara a actos mayores. Pero cuando se dio cuenta ya era tarde. 

- Para, para... - la chica insistía, pero sin éxito. Jorge ya estaba muy ido. No había quien lo pudiera detener ahora. No, ahora no.

- ¡Que pares, joder! - Valeria consiguió soltarse de Jorge y seguido le dio una bofetada. Estaba avergonzada, furiosa, enfadada.  Se levantó del banco y se dirigió de nuevo al centro comercial. Pero algo lo impidió, Jorge estaba cegado. Tras haberle pegado una bofetada, éste había enfurecido. Ahora no la iba a dejar escapar, tenía que pagar por sus actos. La arrastró de nuevo hacia sí, después de agarrarla con violencia de la muñeca. La besó con furia, la empujó hasta un rincón cercano. Valeria estaba aterrorizada, no podía creerse lo que le estaba pasando. Intentó escabullirse, pero no tuvo suerte. Ya no podía hacer nada. 

El chico la trataba con furia. La besaba con violencia. Le rompió la camisa con un solo movimiento haciéndola quedar semidesnuda. Ya la tenía. La quería. Por nada del mundo iba a parar ahora. Recorrió el cuerpo de la chica con las manos, y en menos de un minuto ya era suya. Ya nada del mundo iba a cambiar eso. Sin duda, ése era el peor día de Valeria.

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Si el día en que vio a Leo se había puesto coqueta, hoy tenía que ponerse más guapa aún por si lo veía. Asique se puso su mejor conjunto, se colocó su flequillo, con su gran melena negra al aire y se pintó la raya del ojo con un color negro, que le favorecía mucho. Se puso el mismo brillo de labios después de hidratarse la piel con su crema. Se colocó la única pulsera que le quedaba bien, y otra que le trajo Alex de Italia. Se echó su mejor perfume en el cuello, ropa y cachetes. Llamó a su perro, salió a la calle y caminó por el parque. Buscó entre otras caras la de Leo, pero no lo encontró. Se sintió estúpida por hacerse ilusiones tan rápido, y cuando terminó el perro de dar vueltas por la tierra, se dirigió a su portal. Se giró hacia atrás buscando su cara, pero no sirvió de nada. Cuando giró de nuevo la cara hacia alante, se sobresaltó. Se encontraba a escasos centímetros de Leo.

-¡Anda! ¡Qué susto! - dijo Verónica riéndose.

- Lo siento, pensé que me habías visto - se disculpó Leo- ¿Buscabas a alguien? 

- No, sólo escuche a alguien detrás de mí, y era para asegurarme - mintió Verónica.

- Y yo que pensaba que ya te había conquistado,que decepción. - Dijo burlándose de ella.

- Pues no va a ser la última vez que te decepciones, asique vete acostumbrándote - dijo Verónica desafiante.

- Jajaja, no creo que me haga tanta falta acostumbrarme. No son muchas las que se resisten a mí, y cuando lo hacen, no tardan mucho en caer. 

- Créeme, siempre hay una primera vez para todo. No creo que tú te libres. 

- Jajaja, quién sabe. Para una vez que me hablas tanto, lo haces para desanimarme, ¿has visto qué mala que eres conmigo?

- Perdona, aquí el que ha empezado con este juego has sido tú, si mal no recuerdo.  Y si tan mala soy, no tienes más que seguir tu camino y pasar de mí. Que no quieras es otra cosa... - la chica se sentía victoriosa por lo que había dicho.

- Pero si tu no quisieras seguirme el juego ya habrías entrado al portal. 
- Pues eso es justamente lo que voy a hacer- Vero no quería dejar de hablar con él, pero sí que quería fastidiarlo un poco y demostrarle que no era imprescindible para ella.

Cuando cogió sus llaves para abrir el portal, Leo se dio cuenta de que la chica hablaba enserio y le cogió las llaves, escondiéndolas tras de sí.

-¿Qué es lo que ibas a hacer, que no me quedó muy claro?- dijo Leo, con una sonrisa triunfal en la cara.

- Pues hasta que me quitaste las llaves, entrar en mi casa. Y ahora, dame las llaves - Cambió su cara alegre por una cara enfadada fingida.

- Hasta que no digas que era mentira lo que me dijiste y admitas que estás locamente enamorada de mí no te las daré. 

- Es que mi madre me enseñó de pequeña a no mentir,  y si lo hago, deshonraría a mi madre.

- Ya claro, lo que no quieres admitir que tengo razón. Venga, sigo esperando.

- Leo, dámelas. Por las buenas te lo digo.

- ¿Y qué harías por las malas, tocar el telefonillo y decirle a tu madre que te están molestando? - Leo se estaba divirtiendo con Verónica, aunque a ella se le estaba agotando la paciencia.

- No, por si no lo sabías, estuve varios meses en clases de defensa personal, y créeme, aprendí mucho en eser tiempo. ¿Quieres probar?

- Jajaja, mira que miedo me das. Te las doy porque soy un buen chico, pero a la próxima no me dejaré llevar por mi bondad. - Leo le devolvió las llaves a Verónica, quien las cogió con fuerza y le hizo una mueca de enfado.

- Ya claro, sobretodo un buen chico. Que gracia - dijo Vero después de haberse asegurado de abrir la puerta del portal.

Esta vez, después de entrar al portal, Vero se giró para ver si seguía allí. 
Cuando Leo vio que se giró para mirarlo, sonrió y siguió su camino. Hoy, había dado un paso más hacia la chica.

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Cuando Vero entró en su casa, vio a su madre con cara de disgusto.

-¿Por qué has tardado tanto, Vero? - Dijo su madre enfadada.

- Es que de vuelta a casa, Chiqui vio a otro perro y fue corriendo detrás de él. Y como no lo llevo con correa, me costó un montón cogerlo. - Chiqui era el nombre de su perro, llamado así por lo pequeñito que es.

- Bueno, pues a la próxima llévalo con correa, no vaya a ser que tenga la suerte de que se escape y no lo encuentres - su madre desde siempre demostraba a sus hijas que no estaba de acuerdo con la llegada de Chiqui, aunque en el fondo le tenía cariño.

Vero se dirigió al baño para ducharse. No creyó que se libraría de esa bronca, pero lo consiguió. 

- Si es que en el tema de las mentiras, soy la mejor - Dijo para sí misma camino a la ducha.

Cuando viera a Leo, le echaría en cara la casi-bronca de su madre.

Ya daba por hecho que lo volvería a ver, que volvería a hablar con él. Se estaba convirtiendo en costumbre el pensar en él, en hablar con él. Aunque siempre se sintió atraída por Leo, nunca podría pensar llegar a enamorarse.

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Valeria llegó aterrada a su casa, aún no se podía creer lo que le había ocurrido. Se preparó un baño de sales minerales y se relajó mientras intentaba no recordar lo sucedido. Pasó una hora desde que se había metido en la ducha, por lo que no tuvo otra que salir de la ducha antes de que el cuerpo se le arrugara por completo. Cuando salió de la ducha ya eran las 20:45 de la noche, por lo que se puso su pijama y se dirigió a la cama, con la esperanza de que todo lo que le había ocurrido fuera un sueño. 

jueves, 8 de noviembre de 2012

Capítulo 3.


- Vero, levántate ya o llegarás tarde a clase - su madre, como siempre, le despertaba con un grito en vez de una cálida voz diciéndole ' Venga cariño, que si no te levantas ya, te vas a perder ese examen tan importante que tienes'.

- Ya estoy.... - Aunque lo cierto es que no se levantó hasta unos 5 minutos más tarde.

Cuando entró al instituto, fue directa a sus amigas, que se encontraban en el sitio de siempre.

- ¡Buenos días! - Vero se encontraba muy feliz ese día, aunque no había motivo alguno.

- Gracias a dios. Vero, me tienes que ayudar con esto, por favor - Gisela le enseñó la página del libro en la que dudaba con cara de amargada- Te fui a llamar anoche y como pensé que estarían durmiendo me conecté al MSN, pero no estabas.

- Ya, es que estuve súper estresada estudiando. No me entraba nada, hasta le pedí a mi hermana que sacara al perro por mí. Pero bueno, esto es lo que te explique el otro día, que cuando hay un número o una 'x' u otra letra, y después tiene un paréntesis, tienes que... - Vero empezó a explicarle a Gisela cómo se resolvía una operación de una ecuación. Se le daban muy bien las matemáticas, por eso siempre ayudaba a sus amigas.

- Gracias cariño. Por fin, ¡ya sé hacerlo! - a Gisela le costaba mucho mates, por eso cuando entendía algo, se emocionaba un montón.

- Jajaja, de nada - Justo en ese momento sonó la alarma. Ahora su infierno, examen.

Después de terminar el examen, tuvo que esperar a que se acabara la hora, por lo que se puso a estudiar religión para examinarse a la siguiente hora. Al ir al recreo, le contó a sus amigas varias cosas, entre ellas, les contó lo de Leo, lo sorprendida que se quedó al haberle hablado, justo después de soñar con él y también que no podía dejar de pensar en él desde su sueño.

-¡Anda enamorada! Sólo te saludó y ya estás hablando de él sin parar, si es que contigo no hay remedio... - Alexandra, era una de sus mejores amigas y además la prima de Gisela.

"Alex", así es como la llamaban sus amigas, era una chica alta y con una gran melena marrón chocolate. Tenía los ojos verdosos y al igual que Vero, era una chica de piel blanca. Poseía un humor que siempre sacaba una sonrisa a sus amigas y pese a ser la más mayor del grupo, se comportaba como una loca adolescente, de ahí el miedo de la madre de Gisela al dejarla a su cargo, aunque en el fondo era una chica muy responsable y madura.

- No es que me guste, sino que me extraña un montón que me hable... además ustedes saben que soy súper enamoradiza, enseguida me encapricho de alguien.

-Ya claro. Excusas. Pero que casualidad, que el día en que sueñas con él, venga y te salude. Si yo te lo dije el otro día, estáis predestinados a estar juntos - Silvia, su mejor amiga de todas, había estado con ella desde primaria, por eso más que ninguna conocía a la perfección la relación de Vero con Leo en su infancia.

-Ya, eso es lo que me parece raro. Ha cambiado mucho, está más guapo que antes. Y tu qué, ¿eres una médium ahora? Predestinados... ¡si pareces mi abuela!

- Vero soltó una carcajada por lo que su amiga le había dicho, aunque no podía evitar sentirse tentada ante esa idea.

-  ¿Médium?, ¡a veces pienso que sí! Últimamente todo lo que digo o pienso acaba ocurriendo... Y Leo a mí no me parecía exactamente guapo. Era bonito y eso, pero muy tímido y casi no nos hablaba, parecía un pringado. - Vero se ofendió un poco al escuchar a su amiga diciéndole eso de Leo. A ella siempre le atrajo, sabía que no era muy guapo de pequeño, pero sí que era muy buen niño, y eso era lo que le gustaba de él.

- Que mala que eres. De tímido ahora no tiene ni un pelo... Y a ti claro que no te hablaba, si me acuerdo que lo odiabas a muerte por aquel día que sin querer te manchó tu hoja de dibujos. Te pusiste histérica, y claro, el pobre Leo te acabó cogiendo miedo.

- ¿Enserio Silvia era tan antipática? Joder, eso ya no se ve... Bueno, ¿a que no sabéis qué? - esta vez Gisela cortó la conversación para decirles algo que las iba a dejar sin palabras.

- ¿Qué? - dijeron todas enseguida, deseosas de escuchar lo que iba a decir.

- Conocí a un chico hace unas semanas, y no les he dicho nada para asegurarme de que todo nos iba bien. Bueno, el tema es que ayer me llamó y me pidió salir ¡y le he dicho que sí! Esta tarde vamos a quedar para vernos, y quien sabe, quizás sea la primera en dar un beso de nosotras - Gisela era una chica muy extrovertida, con la melena larga y oscura, como Pocahontas. Tenía los ojos marrones y una amplia sonrisa que resaltaban ante esa piel oscura.

- ¡Qué fuerte! Y yo que quería ser la primera en darlo, jajaja.- Verónica se alegró mucho, ya que su amiga nunca había mencionado nada sobre relaciones ni chicos.

-Y qué escondido te lo tenías - Dijo Silvia.

- Yo que soy tu prima, me entero ahora, ¡qué fuerte! - Alexandra se alegró por su prima, pero se hizo la ofendida.

- Y era con él con quien hablabas en la fiesta, ¿verdad? - en ese instante Vero miró a Alex, comprendiendo así el misterio de esas llamadas.

- Si, lo siento por haberlas dejado un poco apartadas ese día..

- No pasa nada, pero dime, ¿lo conocemos? - Alex quería saberlo todo.

- No, es el hijo de un amigo de mi padre. Nos presentaron en una cena y desde ahí somos inseparables. Se llama Eric - en ese momento sonó la alarma.

- A la salida nos lo cuentas todo, que no se te olvide ni un solo detalle- la voz de Silvia sonaba desafiante, para que así Gisela no se pudiera librar de la cantidad de preguntas que le harían sus amigas.Tras eso, se despidieron y se dirigieron a sus clases correspondientes.

Al terminar, se reunieron para despedirse y se dirigieron a sus casas. A las chicas se les había olvidado por completo la conversación pendiente con Gisela.
Silvia y Vero iban juntas hasta sus casas, ya que les quedaba a dos manzanas cada casa. Después de una rápida despedida y un pequeño paseo hasta su portal, se encontró con Leo, a quien le dirigió una sonrisa.

- ¡Hola! - esta vez fue Vero la que empezó a hablar, estaba tan alegre que se dejó llevar.

- Hola, ¿qué tal estás? - Leo también estaba muy contento, sólo haberla visto le llevó una sonrisa a la cara, pero cuando le saludó no pudo evitar sentir un revoloteo en su estómago.

- Muy bien, ¿y tú?

- Genial. Bueno hoy soy yo el que se tiene que ir, ya nos veremos por aquí. Cuídate

- A Vero le apenó que se fuera, odiaba que se fueran antes que ella, pero al igual que él, tenía que irse de ahí, si no su madre se preocuparía por llegar tarde.

- Adiós. - Y con esa sonrisa en la cara, se dirigió a su casa.

Llegó alegre, demasiado. Su madre al verla se extrañó.

- ¿Qué tal el examen? Por lo que veo estuvo genial,  ¿no? - la madre supuso que le salió bien por esa sonrisa que se le escapaba de la boca.

- Voy a sacar un 10, ¡ya verás! - Seguidamente se cambió y se dirigió a la cocina para almorzar. Hoy sin motivo alguno, era uno de sus mejores días.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Capítulo 2


Leo estaba dispuesto a conseguir la amistad de Vero, quería saber de ella, si tenía a alguien en su vida, quería que ella lo quisiera en su vida. Desde 6º de primaria empezó a notar nuevos sentimientos hacia ella, algo más que una simple amistad y ahora, 4 años más tarde,  sigue sintiendo lo mismo. Intentó convencerse de que no era amor saliendo con otras chicas, apartandola de su vida. Ahora sólo se arrepiente de no haberse enfrentado a la realidad de que había conocido a alguien especial.

 Durante el día estuvo deseando que fuera la hora para volver a encontrarse con ella. A pesar de que estuvo bastante liado, no paraba de mirar el reloj. 

- Las 7 menos cuarto. ¡Joder! Que lento pasa el tiempo... 

- ¿Qué tienes que hacer, que estás tan desesperado porque sea la hora? - Miguel, su mejor amigo era un cotilla, tenía que saber todo lo que hacía o no le dejaba en paz.

- A ti que te importa. Tengo par de asuntos pendientes y punto. 

- Ya claro, ¿ asuntos pendientes ? Eso dicelo a tu madre, porque yo no me lo creo.

- Cree lo que quieras, de todos modos no te voy a decir qué es... y menos después de la putada que me hicistes - A pesar de que era su mejor amigo, no aguantaba que le sacara todo lo que tenía pensado hacer. Además, si le contaba que estaba colgado por una chica desde hacía años, se reiría de él y le tomaría por un chico sensible, y no podía permitirselo después de todo.

- Venga tío, no te hagas el duro. Sabes que la otra vez lo solté por tu bien.
- Sí claro, por tu bien dirás, porque fui yo el que acabó mal parado. Asique si quieres a alguien al que joder, puedes ir buscandote a otro.

- ¿Tan importante es para que no se lo puedas contar a tu mejor colega?

-Sea o no importante no te lo voy a contar. Y si fueras mi mejor 'colega' no habrías hecho lo que hicistes- Leo ya estaba cansado de tanta insistencia, asíque dejó de arreglar el coche del taller y se dirigió a la salida.

- Joder, ¿sigues dando la lata con lo que ocurrió? Pues vale, tu ganas. Pero vuelve anda, que tienes que terminar de arreglar el coche hoy. De todos modos no creo que lo que tengas que hacer hoy sea tan importante como para ponerse así...

- ¿Y tu sigues jodiendome con lo que voy a hacer hoy? Mira que estás pesado hoy...- Leo volvió a su trabajo, y no volvió a levantar la cabeza hacia el reloj para que su amigo no preguntara más.
Cuando terminó con el coche se fijó en el reloj, ya eran las 9 menos 20.

-Joder, se me ha hecho tarde, adiós tío - Leo cogió su mochila y antes de que su amigo le pudiera contestar desapareció.

Como no le iba a dar tiempo, se lavó el cuerpo por encima y rápidamente salió hacia el parque, donde encontró a Verónica el día anterior. Después de buscarla un rato, se fijó en una chica que venía con el mismo perro, sonrió por haber llegado a tiempo, pero cuando se fijó, vió que no era ella. Era una chica muy parecida a ella, su hermana.

-Hola - Leo sonrió a la chica.

- Hola - la chica le respondió con una amplia sonrisa en la cara.

- Oye, ¿no es tu hermana la que saca al perro a estas horas? -Leo conocía a la chica asique no se molestó en ir directo al grano.

- ¿Quién, Verónica? 

- Sí, ¿le pasa algo? - Leo se sentía decepcionado, llevaba todo el día esperando la hora y ella no había aparecido.

- No, que va. Lo que pasa es que está con exámenes y me pidió que le sacara al perro por esta vez. Si quieres le puedo dar un recado - Bea no pudo disimular la sonrisa que se le vino a la cara al pensar que probablemente Vero y el chico tuvieran algo y no lo  quisieran decir.

- No, no pasa nada. Sólo preguntaba porque me extrañaba no verla por aquí, nada más. Gracias.

Para disimular un poco, Leo caminó recto, hacia una tiendita de un anciano. Compró unos caramelos de menta y se fue a su casa. Esa noche no pudo dormir, pensando en ella. Tenía tantas ganas de verla, que ahora se sentía estúpido. Después de varios minutos dando vueltas en la cama, le entró sueño y durmió. Esa noche soñó con ella, con lo que podría pasar en un futuro. Sonrió.

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Al otro lado de la calle, Verónica no podía concentrarse en estudiar. No sabía por qué, pero recordaba a Leo, su sonrisa, su cara, sus ojos. Dudaba si un chico como él, tan atractivo y simpático, se podría fijar alguna vez  en ella, una chica corriente que nunca ha dado su primer beso.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Capítulo 1.


[- ¡Que no, que no voy a hacerlo! -dijo Vero, algo indispuesta.

- Venga ya, tía. No tienes nada que perder- Gisela, una de las mejores amigas insistía, porque tenía un buen presentimiento de lo que decía, siempre lo tenía.

- Ya claro, más te vale... lo hago, pero como no sea lo esperado de verdad que te la llevas.

-Que verás que si, tonta. - Su amiga respiró aliviada al conseguir convencerla. Vero era muy cabezota, pero siempre acababa por pensar lo que le decían.

Verónica fue caminando hacia él, muy insegura de lo que pasaría, pero con esa mirada de enamorada que ponía cuando lo veía.

-¡Hola! ¿Te acuerdas de mí? Si no me equivoco, nosotros estuvimos juntos en primaria, ¿no?- La chica respiró aliviada al soltarlo de una vez.

-¡Eh, Hola Vero! Claro que me acuerdo. ¿Qué tal te va todo?- Leo era un chico muy atractivo. Era su vecino, y desde que lo conoció no podía quitárselo de la cabeza.

-Muy bien, ¿y a ti qué tal todo?- Ella se sonrojó  al pensar que se había acordado de ella.

Durante la tarde pasearon por el parque, charlando sobre todo lo que les había pasado después de hablarse por última vez. 
Tras un hermoso día junto al chico del que estaba locamente enamorada, llegó el triste momento de despedirse. Leo la había acompañado hasta el portal de su casa, esperando el momento para poder hacer lo que más quería desde hacía años. 

- Bueno, ya nos veremos - Vero estaba desilusionada, no era el final del día que esperaba tener. Quería un día de película, con un bonito beso a su despedida.

- Eso espero - tras esas palabras, ella giró entorno a su puerta. 

De repente, comprendió que era la única oportunidad que tenía de cumplir lo que tantos años atrás había deseado, por lo que dio la vuelta, rumbo a sus labios. 

Segundos antes, Leo no comprendía porqué había sido tan tonto como para haber dejado escapar esa oportunidad. Por lo que se acercó más a ella, preparó sus labios y se dispuso a girarla con un movimiento rápido, aunque los cálculos le fallaron. En ése momento la chica se giró, provocando  un leve roce entre sus labios. Los dos no desaprovecharon la oportunidad y...]

- ¡Verónicaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! Levántate ya, gandula. Son las 11 y media y sigues durmiendo - su madre odiaba que desayunara tarde, porque después no le entraban ganas de almorzar.

- ¡Pero si es sábado! Histérica...- eso último lo dijo bajito, por si la escuchaba su madre. 

Verónica se levanto desanimada. Odiaba que le despertaran cuando tenía un bonito sueño. Ella era una chica muy delgada, de estatura media y una gran melena castaña con bonitas ondulaciones que le llegaba a la mitad de su espalda. También tenía unos grandes ojos marrones que resaltaban por su blanca piel y una bonita sonrisa que marcaba un pequeño hoyuelo a su derecha. 
Como siempre, se dirigió al lavabo, se mojó un poco la cara y se hizo un moño mal hecho para disimular el pelo rebelde que se le ponía al levantarse. Se dirigió a la cocina y se  preparó una taza de leche con cola Cao. Después de darle varios sorbos a su vaso y comerse unas cuantas galletas, caminó hasta el baño, se lavó los dientes y entró en su habitación. Pasó toda la mañana ordenando y limpiando su cuarto mientras escuchaba una y otra vez la interminable lista de música de su ordenador. Seguidamente, su madre la llamó para almorzar.

Después de lavarse los dientes, se dirigió a su pequeño portátil y entró al MSN. Buscó entre todos sus contactos hasta encontrar lo que encontraba. Alexandra estaba conectada. Justo en el momento en el que iba a hablarle, su amiga se le adelantó.

- Holaaaaaa! ¿Qué tal te has despertado?¿ Cansada por la fiesta de anoche? - Como siempre, Alexandra había sacado tema antes de dejarla contestar.

- Pues fatal, parezco un zoombie. Ya ni me acordaba el por qué estaba tan cansada. ¿Y tú que tal te levantaste? - Vero olvidó por completo la fiesta de la noche anterior. El cumpleaños de aquella amiga tan extraña que tenía Alexandra la había agotado por completo.
 
- Pues la verdad es que yo estoy genial... llegué a mi casa temprano y como estaba agotada conseguí dormirme enseguida. Oye, ¿no vistes ayer a Gisela? Se pasó la mitad de la fiesta con el teléfono en la mano. Te digo yo que algo esconde... 

- Jaja, ¡que cotilla que eres! Pues sí estuvo un rato con el móvil, pero no se... alomejor es la madre, que tu más que nadie sabes como es. Seguramente estaría preocupada por ella y por eso la llamaba tanto... porque de ti no se fía! jajaja

- Jajaja, que mala que eres. Bueno bicho, me tengo que ir ya. Un besazo! - Seguidamente, Alexandra se desconectó. En ese momento, Silvia se conectó. 

- ¡Hola pija! - esta vez, Vero no dejaría que se le adelantaran.

- ¡Hola! ¿Qué tal estás? 

- Pues bien, aún cansada por lo de ayer. ¿Y tú? Oye, ¿sabes con quién soñé ayer?

- Yo bien. Aver, deja que adivine. Mm... ¡Con Sergio! - Sergio era un amigo de Vero, del que estuvo colada desde su entrada al instituto.

-  Buen intento, pero no. Con Leo, ¿te acuerdas de él?

- ¿Leo el del colegio? Claro que me acuerdo. ¡Si estaba enamorado de ti!

- ¿De mi?, si éramos sólo amigos... 

- Ya, pero tu no querías sólo eso. Además se le notaba que estaba como loco por tí, ¿no veías como te miraba? Pero eres tonta y no aprovechaste la oportunidad.

- Pero era una cría. Si ahora me da palo estar con alguien, imagínate a esa edad. 

- ¡Anda tonta! Lo que te perdiste. Y bueno, ¿qué soñaste?

- Pues te cuento, aunque mi madre como siempre me arruinó el sueño. Bueno, estaba Gisela intentando convencerme hablarle a Leo, porque tenia un "buen presentimiento" de lo que pasaría. Al parecer yo estaba coladita por él  y él por mí. Pasamos todo el día juntos, y a la hora de la despedida, como en cualquier película de amor, iba a haber un beso de amor.

- ¿Cómo es eso de que IBA a haber un beso de amor?

- Pues lo que te dije, justo en ese momento mi madre me despertó. Asíque no hubo beso ni final feliz. Pero bueno, para finales felices ya están las películas románticas, que por cierto, me he enganchado a las películas de amor...

- Será porque estás enamorada. Y no me lo habías contado, ¡qué fuerte! 

-  ¿Enamorada? Que más quisiera yo... Bueno, te tengo que dejar. Mi madre me está llamando para ayudarla con la ropa. Después hablamos, ¿vale? Un besito. 

Verónica cerró el MSN y se puso a ayudar a su madre. Durante la tarde estuvo haciendo algo de deberes. A las 8 y media de la noche decidió sacar al perro. Como Vero era muy coqueta, le gustaba ir bien vestida incluso para sacar al perro, por lo que se puso uno de sus mejores pantalones pitillo y una blusa que dejaba al descubierto su hombro derecho con estampados muy veraniegos. Se puso su flequillo recto con el pelo suelo, dejandole ver unos bonitos rizos. 

Al salir del portal, se acercó al parque de siempre. Después de dar un paseo con su perro, se dirigió al portal. Tras dar unos pocos pasos, se encontró con Leo, el chico del que tanto habló con sus amigas. Como siempre, hizo caso omiso de su presencia, aunque en realidad se fijó mucho en él. Estaba impresionada, había cambiado mucho desde que eran amigos.  Ahora tenía el pelo largo, más o menos como el famoso Justin Bieber cuando saltó al estrellato, con un tono castaño claro. Además, había crecido bastante y su piel morena hacía que resaltaran esos dientes blancos digna de una sonrisa perfecta, que a más de una chica le habría dejado sin aliento. En ese momento recordó el sueño que había tenido esa noche, lo que provocó que sus mejillas se sonrojaran. 

-Hola - Leo la saludó con esa sonrisa irresistible. Había notado como la chica se sonrojaba segundos después de cruzar sus miradas.

- Hola... -  Vero estaba aturdida, no sabía si la había hablado de verdad o sólo era fruto de su imaginación. Creía que ya no se acordaba de ella, durante los años que estuvieron juntos en clases, él la saludaba siempre. Pero con el paso del tiempo, dejó de hacerlo.  ¿Sería coincidencia haber soñado con él, o todo eso lo había planeado el destino?

- Tú estabas conmigo en la escuela, ¿verdad? 

-Sí. ¿Tú eres el primo de Pablo, no? - Pablo era otro compañero del colegio. Vero recordaba perfectamente  su amistad con ellos durante su niñez aunque no comprendía como había cambiado tanto su amistad.

-El mismo.

Durante unos segundos, hubo un incómodo silencio entre ellos, asíque cuando la chica iba a empezar a caminar hasta su casa, Leo decidió seguir hablando.

- ¿Y en qué instituto estás ahora? 

-  En el Santa Sofía, ¿y tú?

- Pues bueno... yo ahora mismo no estoy estudiando. Me han expulsado. Pero eso es otra historia.

 - Ya claro... Bueno me tengo que ir ya. Adiós - Sin esperar respuesta, la chica se dispuso a entrar. Estaba decepcionada, comprendía que no era nadie para él. Y menos para ganarse la confianza necesaria como para comentarle tales cosas.

- Adiós. Ya nos veremos, o eso espero - Leo le contestó justo a tiempo. Eso le hizo sacar una sonrisa a la cara de la chica, que entrecruzaron sus miradas durante varios segundos. Acto seguido, la chica abrió la puerta y se perdió en las sombras.

Aunque Vero no se dio cuenta, Leo esperó a que desapareciera de ése portal para irse. Llevaba mucho tiempo pensando en ella, y hoy decidió dar un paso adelante.

Empezando de cero.

Y como lo prometido es deuda, aquí les dejo el Epílogo del renovado libro, y a continuación subiré el primer capítulo. 


Un bonito día

Verónica es una chica normal, con una vida normal, aunque ella piensa que nada le puede ir peor. Debido a que sus padres se separaron hace años, no hace más que ir y venir de una ciudad a otra. Lo que respecta a su físico, no está muy orgullosa de sí misma, se siente estúpida por ser diferente a la gran mayoría de la gente y por si fuera poco, nunca ha besado a un chico, lo que la hace sentir más estúpida aún. Pero pronto empieza a mantener una amistad con Leo, un antiguo compañero de clases, por el que se empieza a enamorar, pero como ella sabe, la vida no es maravillosa, y todo lo bueno trae sus consecuencias... 



Aviso sobre el libro

Hola a todas! Quería avisaros sobre mi libro. Como han visto, hace unos meses empezé subiendo los primeros dos capítulos, pero después de un tiempo lo he retomado y me he dado cuenta de que hay muchos fallos. Asique lo retomaré y iré corrigiendo los fallos, por lo que empezaré subiendo de nuevo, cuando termine de corregirlo. Siento las molestias a aquellas personas que se han interesado por él, pero prometo que esta vez iré enserio. Me gustaría saber si hay mucha gente interesada en mi libro, para ver si vale la pena volcarme en esta historia, o ver que estoy perdiendo el tiempo. Todo tipo de dudas, preguntas o consejos me vendría genial tanto para el libro como para mi blog entero. Muchas gracias y nos vemos pronto con mi próxima entrada!! <3

jueves, 1 de noviembre de 2012

Me gustas.


¿Porqué me gustas? Por que eres tú. 
Solo tú. ¿Habrá otra razon?
Ojalá lo supiera. Así podría saber como dejar de quererte.
Y si no puedo evitarlo, solo pido una cosa. 
Quedarme junto a ti como un amigo que nunca cambie.
Para cuando sientas dolor. Para cuando ames.


Respond me 1997 (serie coreana)
Frase final capítulo 10.


domingo, 28 de octubre de 2012

Sentir o no sentir.


¿Qué sentir cuando no sientes nada? Frase típica, no? Pero ahora mismo entiendo perfectamente su significado. 
En el amor, con los problemas, con los amigos, los nuevos, antiguos y los que quedan por venir. En todos los aspectos de mi vida que doy por importantes ahora mismo así es como me siento. 
Frustración. Esa es la palabra. 
En el amor? Tener a alguien en tu vida que quiere compartir la suya, y no saber con exactitud que es lo que tu sientes, que es lo que puedes compartir o hasta que punto puedes llegar. 
La vida va muy rápido, la mía por lo menos. Y esta rapidez hace que no me dé tiempo a reaccionar, a pararme a pensar como me siento. 
Con los problemas? Digamos que sentir y no sentir es lo mismo en este caso. Saber que si te paras a pensar en como te sientes ante ese problema te hace daño, pero olvidarlo y no saber que sientes exactamente ante esa ausencia de un ser querido es más doloroso aún. 
Como dije antes, mi vida va muy rápido. Las horas se me hacen eternas cuando se trata del instituto, pero respecto a mi relación con las personas a lo largo del día, siento que no lo estoy viviendo. Siempre dije que es mejor actuar que pensárselo dos veces, porque luego podrías arrepentirte, pero esta vez, esta actuación inconsciente hace que viva perdida en el mundo.
Incluso mientras escribo esto pienso en cómo empezó, que siento en este momento, porque realmente no siento nada. Me he echo inmune ante las situaciones que me superan, lloro o río, pero no siento.
Quizás piensen que deliro, y lo cierto es que en muchas ocasiones así es. Quizás es mi vida, que ha dado muchos giros, y sus consecuencias es este mareo constante por el cual no sé que es lo que hago. 


sábado, 15 de septiembre de 2012

Madurar.

Con el paso del tiempo, a medida que los problemas son cada vez más fuertes, me voy dando cuenta que esta chica que habita en mí está creciendo, y no es en vano. Cuanto mayor ha sido el problema, más rápido ha sido el cambio que he sufrido. Veo que me voy haciendo mas fuerte, me voy dando cuenta de quien tenia razón y quien era el malo de la película. Voy teniendo control en mi vida, diciendo "hasta aquí llego" a aquellas personas que quiero y me hacen sufrir, las cuales no puedo aguantar ver hacerme más mal aún. Veo a una chica que se sabe defender cada vez más y mejor a sí misma, que pasa de la calma a la tormenta cuando es necesario, y que es capaz de correr riesgos para proteger a personas que quiere. Me voy dando cuenta de quien está a mi lado, quien estuvo por cortesía, y quien nunca quiso estar. Voy teniendo auto conciencia, y creo que toda la meditación que planteo a final del día, me sirve para madurar y darme cuenta aún mas de las cosas. Aunque quizás esta chica que soy nunca pueda evitar sus errores y defectos, pero sabe y sabrá dar lo mejor con sus aciertos y cualidades. Porque la perfección no existe, soy perfectamente imperfecta.





jueves, 2 de agosto de 2012

La música

Mi sueño es ser cantante, desde que era pequeña. Crecí viendo OT (concurso televisivo de canto), con la esperanza de que, cuando llegara a mi mayoría de edad, estaría tras esa pantalla. Dediqué toda mi vida a cantar, no en escuelas ni en clases de canto, pero si cantaba día a día por gusto, participé en varias actuaciones de mi colegio y poco a poco aprendía a base de mis errores. Me dí cuenta de que era lo que se me daba bien y que se me daba mal. Aunque todo eso cambió cuando en un momento dado me vine abajo, pensando que era una posibilidad entre un millón. Decidí torcer mi camino a algo mas realista para mí, y no me arrepiento. La música es el mejor de mis hobbies, mi sueño es ser azafata y viajar por el mundo. Pero aún así no descarto la posibilidad de seguir intentándolo. Pero de pronto, la oportunidad vino en bandeja, un concurso de canto de un centro comercial cerca de mi ciudad, en el que podría demostrar lo que me había guardado todos esos años. ¿Qué lo conseguí? No. No dejé salir todo lo que había en mí, los nervios me comieron por dentro. Pero no me arrepiento, porque esta es una piedra en el camino, y aunque sufrí al pasar por ella, me dí cuenta realmente de lo que quiero hacer con la música, cómo quiero vivirla. Descubrí que lo que había echo de mí una apasionada de la música era en el misterio en el que me encontraba. Durante las semanas de concurso no era yo. Me estresaba, mi voz se apagaba al apenas cantar una sola canción, los acordes de mi guitarra ya no sonaban igual. Esa presión de querer hacerlo bien en el concurso hizo que se me quitaran las ganas de seguir adelante. Ahí me di cuenta que no quería más presiones, ni ahora, ni nunca. Me gusta vivir la música desde el fondo de mi habitación con la guitarra en mano. Me gusta admirar la victoria desde lejos. Sé que la chica que soy no es capaz de afrontar la dura vida de un artista. No estoy preparada para más piedras en mi camino cuando se trata de música. También me dí cuenta que quería continuar cantando, pero no ante un público. Sé que aburriría, porque soy de esas cantantes que cantan más con el corazón que con la música, soy de esas sentimentales, como Alex Ubago con todas sus canciones, jajaja. Vi que como artista aburriría a mi público, pero emocionaría (quizás) a aquellos como yo que aprecian la música desde dentro. Y no digo que sea mejor o peor, sólo es una forma de ver la música. Por eso sigo con mi sueño de ser azafata y recorrerme el mundo como Willy Fog, dejando la música como un sueño imposible pero que hace que mi vida sea mejor y que quiera seguir adelante pese a todos los problemas. Por eso, pese a mis errores, la música nunca se irá de mi vida. Formará parte de ella, para que, cuando me diga a mi misma: "Hasta aquí he llegado", sea la música la que me convenza que la vida es muy bonita, que lo que veo son nubes que cubren el camino. Es por eso que digo, nunca renunciaré. 


Mi sueño empieza HOY y AHORA. 



jueves, 21 de junio de 2012

Hasta siempre


22 de junio de 2012


La hora del adiós. Trás 10 buenos años nuestros caminos se separan. 
10 años, 3.650 días, 87.600 horas, 5.256.000 minutos y 454.118.400.000 segundos.
Más de un milón de momentos vividos, mil lágrimas sacadas, dos mil risas compartidas, tres mil peleas entre todos. Pero todo ello ha llevado a esta gran convivencia de la que me siento orgullosa por llamarla MI CLASE.
La clase que me ha visto crecer, con la que he aprendido a querer, odiar, a sonreír sin temor, a desenvolverme con todos ellos. La misma clase de las que tantas veces estuve cansada, pero que ahora, a sólo un día de decir adios, haría lo que fuera por seguir ahí.
A todos ellos, los que me quisieron, los que me quiere, o una vez lo intentaron. A los que me tuvieron que aceptar en sus vidas, o lo hicieron con gusto, deciros que no me arrepiento de conocerlos. Porque estos 10 años de mi vida no los cambiaría por nada. Gracias a ustedes crecí, conocí a gente increible, encontré a mis verdaderas amigas, y conseguí afrontar los palos de la vida. Gracias a todos ustedes logré despertar de mi sueño, ver la vida de otra manera. Aunque me costó, descubrí que la vida no es tan mala como parecía, sólo tenía que darle la vuelta a las cosas. Tengo que admitir que sufrí mucho, en muchos momentos desee lo peor a los que me había echo sufrir, me cegué con odio y quise arreglar lo que me hacían, aunque no era tanto, pero en ese entonces me afectaba. Pedirles perdón a los que se sientan aludidos, lo siento por si alguna vez me pasé, si malentendí o me pasé de la raya. Siempre viví en el presente, y lo que hacía intentaba olvidarlo en el momento. Pero pese a todo ello, no intentaría cambiar las cosas. Si tuviera que volver atrás, haría lo mismo. Como quien dice, de los errores se aprende. Y este paso que tuve que dar me hizo aprender, a ser más fuerte. 
¿Quién diría que os echaría de menos después de irme? Pues así es, no me he ido y ya lloro al pensarlo. Porque sin ustedes no será lo mismo, las clases se me harán más pesadas. Esos enrrales que tenían en clases, haciendo de un día duro algo especial los recordaré con envidia cada día. Las sonrisas que me sacaban no se pueden agradecer ni con una milésima de palabras que escriba. 
De nuevo, mil veces gracias. Por todos esos momentos inolvidables, los que guardaré al fondo de una caja para así nunca borrarlos. 
Por último, les deseo lo mejor en sus vidas. Espero que vivan bien y no olviden nunca estas palabras. Deseo que sus futuros avancen tal y como ustedes quieren. Sepan que no os hacéis grandes, sino que ya lo soís. 


Los echaré de menos; Elena.












martes, 29 de mayo de 2012

Yo


Hoy no voy a centrarme en un tema para hablar, hoy quiero expresarme y liberarme de eso que nunca cuento, quiero contarle a todos los que leáis esto que es lo que me gusta, cómo soy, cual es mi forma de ver las cosas, quiero mostrarles a todos las facetas de mi que nadie o muy pocos conocen. 
Deciros que tengo tripersonalidad,  no miento, me gustan múltiples cosas, cosas de las que me siento orgullosa en mi interior, pero que me da miedo mostrar al mundo por temor al rechazo, ese tipo de cosas que alguien puede considerar de "friquis", de rarita o de intelectual. Pero así soy yo, y estoy harta de tener que esconderlo. 
Creo que muchos de ustedes se sentirán igual que yo, el tener un gusto que no es bien considerado porque no es algo muy reconocido entre la multitud, asique allá voy. 



  • Mi faceta musical. Aunque muy pocos lo saben (poco a poco van siendo más), me encanta la música, todo lo relacionado a ella. He pasado la mayor parte de mi vida dedicándome a mejorar mi voz, a soñar despierta con que un día me presentaré a un concurso y quizás sea querida por alguien, alguien que aprecie mi voz. Por ello, empecé a tocar la guitarra, que ahora mismo es mi alma gemela. Cuando estoy con una guitarra en mano, no importa si esté triste, llorando o a punto de la depresión, hace que olvide todo lo malo, hace que vuelva a sonreír aunque sólo sea un segundo. Sé que suena estúpido, pero creo que más de uno conoce esa sensación. Ha sido mi refugio en los momentos duros, y es la esperanza que me hace falta sentir aveces para seguir adelante y pensar que la vida tiene algo mejor para mí.




  • Mi faceta "friqui". En esta faceta soy la más friqui de todas! jajaja. Es la más temida para expresarla al mundo. Hace cosa de un año me empezaron a gustar las series y películas asiáticas, todas las historias de amor que tiene ese mundo. Veía películas y series hasta las tantas de la mañana. Me encantan. Así fue como poco a poco me adentré en el mundo de los "kpopers", lo que consideraba de friquis me acabó gustando como a ninguno. Ahora mi estilo musical tira más para la música coreana, admiro sus voces, sus bailes, su personalidad, todo sobre corea me encanta. Admito, y me enorgullezco, que soy una "friqui" total. Este mundo me ha abierto los ojos, he fijado nuevos objetivos, sueños, he cambiado mi forma de ser, me he abierto al mundo, ahora quizás me considero un poco más tolerante. Ahora no los llamo a todos chinos, porque entiendo la diferencia. Ahora hasta me gustan los asiáticos, los admiro y son todo un ejemplo para mí. Y pase lo que pase, digan lo que me digan, tengo claro que nunca voy a dejar de hacerlo, aunque pasen los años y vaya teniendo menos tiempo, siempre habrá un indicio de que lo que me gusta es verdadero. 




  • Mi faceta intelectual. Como dije en mi entrada de "Futuro", me convertí en uno de esos robot que sólo hacen su tarea. Cuando comprendí que más allá de la diversión está el futuro, empecé a replantearme qué sería de mí en un futuro. Comencé a estudiar, admito que no soy la más empollona, me conformo siempre con un cinco, pero sigo adelante queriendo estudiar y triunfar algún día. Pero no todo se basa en los estudios, también, como pueden ver, me gusta escribir. Aunque no lo haga muy bien no pierdo la esperanza, todo lo que se me pasa por la cabeza lo escribo y lo publico. Además, tengo un libro por hacer, el que acabo de publicar hace nada, aunque eso es algo que me suele dar palo por lo que puedan pensar sobre mí. ¿Elena escribiendo un librooo?. Sí amigos, Elena escribiendo un libro, por más estúpido que resulte aquí estoy, más feliz que nadie cuando vee que alguien la visita en su blog, revisando día a día si ocurre el milagro de que alguien la siga, que a alguien le guste lo que hago. 




  • Y por último, la faceta que doy cara al público. En esta faceta soy muy reservada, se puede decir que sobre mí no escribo ni digo mucho, para evitar que descubran todo lo me gusta (vaya bobería). Me mantengo al margen, en clases soy yo, un día enrralada con mis amigas, al otro antipática por cualquier razón y al otro atendiendo como nadie lo hace. Ese es mi día a día, no tengo una personalidad fija cara al público, porque siento miedo de lo que puedan pensar de mí, de cómo actúo y si lo hago mal. Soy muy insegura, mas bien diría que no tengo autoestima, siempre estoy pendiente de mis actos para que no se rían de mi o que tengan una buena idea sobre mí. Me gusta que la gente me vea como alguien sincera, como una buena persona, madura, quizás no lo sea, no lo sé.. Pero intento demostrar más con mi personalidad que con mi físico. Espero mucho de la gente y sólo recibo palos. 



Realmente no sé ni que contar sobre mí, no me entiendo ni yo. Intento vivir sin preocuparme de mis actos, olvido fácil lo que no importa y recuerdo lo que más daño me hace. Sufro por el pasado y miro por el futuro. No pienso en el presente. Cometo fallos a diario, y me arrepiento por ellos todos los días, lloro en silencio, intentando demostrar que soy una persona fuerte a la que no pueden dañar fácilmente. Estoy destrozada por dentro, no soy capaz de demostrar lo que siento y me gusta estar sola para no sufrir. Demuestro con echos y no con palabras. Soy desconfiada. Evito hacer daño a la gente que quiero, pero a veces inconscientemente lo hago. Me evado de la realidad para no estamparme, sueño con un futuro lejano pero no lucho lo que debería por él. Pienso que la felicidad viene en bandeja, pero no me muevo para llegar yo a ella. Soy imperfecta, muchas veces me equivoco o no sé que hacer ante situaciones embarazosas. Eso es lo poco que puedo decir de mí. 


Sólo deseo que cada uno, sea como sea, no haga lo que yo. Tener personalidad propia es la mejor cualidad que uno puede llegar a tener, asíque por muy rar@ que te consideres, sigue adelante con lo que eres. Vive feliz sabiendo que haces tu mejor esfuerzo por vivir.




viernes, 27 de abril de 2012

Amiga


¿Cómo ayudar a una persona que lo pasa mal? 
Ayudar a una persona que ya consideras una gran amiga, que te entiende, que sabe lo que piensas, que entiende tus gustos y los comparte, una amiga que apenas la has conocido pero que conoces más de ella que de nadie. Una amiga que lo pasa mal, que sufre dia a dia, como nadie lo sufre. Una amiga que ha vivido llorando desde que apenas era una niña. Como decirle a una persona que no mantiene esperanza "Todo va a estar bien". Como le puedes prometer a esa persona un futuro mejor sin saber si tu futuro es como lo esperas. 


En esos momentos sientes impotencia, de ver a sufrir a una gran persona y no tener el medio de curarla. Porque aunque le prometas la luna para que sea feliz, no sabes qué tan lejos podrás llegar. 


Siento tanto no ser lo que quiero, no tener ese medio para ayudar a la gente. Siento tener que decir "en unos años.." cuando el momento es ahora. Siento serte de poca ayuda, de tener que esperar más mientras tu sigues sufriendo para ayudarte una parte de lo que mereces. 


A ti, a mi amiga que sufre. Lo siento. Lo siento porque desearía que no fueras tu la que pasa por esto, pero por desgracia te ha tocado. Lo siento por no ser una amiga que puede ayudarte con una sonrisa. Siento no estar a tu lado para animarte, para hablar de las cosas que a las dos nos gusta tanto. Esa cosa que nos levanta el ánimo con sólo recordarla. 


Mi única promesa que juro será verdadera. Iré, te sacaré de donde estés y te llevaré a ese sitio que queremos. Te haré sonreír aunque sólo sea unos minutos.



lunes, 16 de abril de 2012

Futuro


Es una palabra que asusta, al menos a mí. Hace exactamente dos años me empecé a plantearme que es lo que quería ser, que es lo que me beneficiaría y me haría una décima parte feliz en mi vida diaria. Tantas opciones y tantas especulaciones que me dejaban en dudas entre pocos resultados. Medicina?, ugh sangre. Abogada? Mucho rollo. Jueza? Me aburroooooooooooooooo! Veterinaria? No pude aguantar los puntos de mi perro tras su operación, como para ser yo quien los pone... Artista? Mi sueño, pero poco probable. Periodista? Interesante pero muy lejos de mi alcance. Profesora? Mmmm, no me sé explicar.. 


Todo esto parecía imposible para mí, no me veía futuro en nada.. no era buena en nada en general, estudiaba lo justo y punto. Me pasaba la mitad de la clase de boberias y me limitaba a sobrevivir para poder salir de allí enseguida. Hasta que te das cuenta que es todo lo que tienes para cambiar un poco la situación de tu familia, que eres la única esperanza. Te das cuenta que es ahora o nunca, que si no cambias las cosas ahora, no podrás hacerlo cuando te des cuenta de que has perdido el tiempo. 


Me convertí en una especie de robot, de esos que se limitan a hacer sus tareas. Estudié a pillón, me propuse sacar la media suficiente para poder acceder a buenos institutos. Dejé de ser como era, empezé a ser una palurda que sólo estudiaba y no salía. Me acostumbré a ello. Estudiaba sin tener un objetivo final, me limitaba a hacer lo correcto para no perder una futura oportunidad. 


Ahora, en 4º de la ESO , a dos meses de comenzar mi futuro, por fin comprendí para lo que valgo, lo que me llena. Viajar. A quien se le habría ocurrido que yo, una chica que si es por salir no sale ni a comprar el pan, querría viajar por todo el mundo. Una razón por la que estudiar, por la que levantarme temprano y sobrellevar el dia a día. 


Ya no le tengo miedo al futuro, veo que estoy preparada para lo que venga y dispuesta a superar cualquier obstaculo. Veo el futuro como una manera de salvación, una manera de manifestarme ante tantos años de burlas y sufrimiento. Lo veo como una manera de venganza a aquel que no me creyó o pensó que no valía la pena. Lo veo como una futura felicidad, un indicio de que hice lo correcto.


Asique, por más que cueste, sigue adelante. No te estanques. El futuro siempre llega, y debes estar preparada. Tómalo como una oportunidad para ser lo que has querido ser, una forma de empezar de cero con la vida que siempre quisistes. Lucha por tus sueños y hazlos realidad. No esperes a mañana, vive el día a día haciendo de ello experiencias inolvidables. Tu futuro está en tus manos y en el de nadie más.




miércoles, 4 de abril de 2012

La amistad

Una amiga no sólo demuestra con palabras su afecto hacia ti,, esa amiga está a tu lado día a día, te apoya cuando es necesario, te anima a seguir adelante, y, en el peor de los casos, hace la idiota si así logra sacarte una sonrisa en un momento difícil. Esa amiga te dice la verdad por más que te duela, incluso llega a hacer de psicóloga para que tu puedas sacar lo que guardabas para tus adentros.


Una amiga te hace ser tu misma, saca lo mejor y peor de ti. Es aquella a la que quieres tanto que si te enfadas con ella, no puedes evitar perdonarla. Es a la primera persona que llamas para contarle con todo detalle algo que te ha sucedido.


La verdad de la amistad es que puede surgir desde el odio. Sin ser consciente de ello, se hace alguien indispensable en tu vida, incluso si no tienen nada en común, si la consideras un bicho raro o una golfa a más no poder. Una vez la conoces, si es una amiga de verdad, no se va.


Y la respuesta a sus preguntas es sí, si existen las amigas de verdad, lo que sucede es que aún no la has encontrado.


Un consejo. Sé tu misma, no aparentes ser quien no eres para agradar a las personas, porque sí sólo conocerás a personas que les gustas como te ven, no como eres en realidad. 
Ya seas una golfa o un bicho raro, encontrarás una amiga con la que te sientas a gusto, con la que actuarás tal y como eres.


ESO ES LA AMISTAD.

viernes, 23 de marzo de 2012

Carta a mi padre, día del Padre

Un padre es el que está ahí cuando aún estás en el vientre de tu madre, que está  ahí el día que naces. Es la primera imagen masculina que ve un bebé al nacer. Un padre es aquel que te recoge cuando te caes de un monopatín que él mismo te ha regalado el día de reyes, el que te hace ser traviesa y experimentar cosas que tu madre no permitiría. Es aquel que te da esos caprichitos a escondidas de tu madre, el que te permite hacer más de lo que deberías. Ese es mi padre, aquel  que esperaba con ansias cada lunes, al que esperaba todas las noches a que saliera de trabajar, el que sin un beso de buenas noches no te deja dormir. El que ante los problemas, da la mejor de sus sonrisas. Cuando algo te sale mal, te da ánimos para hacerlo mejor a la próxima.


Mi padre es único y por nada del mundo lo cambiaría. Por eso, en este día te felicito, para que  nunca olvides quien eres y lo imprescindible que resultas en nuestras vidas.


Te quiere mucho, la niña de tus ojos.






 Espero que os guste y que os sintáis identificadas con algunas frases que comento. 

PD: Cada palabra que escribo en este blog lo hago por algún motivo, aunque puede que no quede tan bien en el texto en el que se encuentra, lo escribo con el corazón y con un significado oculto. Espero que os guste :)


domingo, 18 de marzo de 2012

¡ Día del Padre !


Bueno, como ya sabéis, mañana es el día del padre, y aunque venga con retraso os voy a decir la idea que se nos ocurrió a mis hermanas y a mí para regalar este año.
Lo primero que debo decir, esque si tu padre es el típico cariñoso, buenorro y divertido, lo mejor que le puedes regalar es lo siguiente:

  • En primer lugar, nosotras encargamos en una floristería tres tipos de flores, según nuestro signo y personalidad. 

Yo, aries, soy un tulipán. Y mis hermanas no puedo decirlo con exactitud, porque cambiaron de flores a ultima hora, pero bueno, lo importante es el mensaje de esas flores.
En esas flores viene una tarjetita en forma de animalitos, León, para la hija con más caracter, abeja para la más simpática, y para mí la mariquita, la más pequeñita y coqueta. En esas tarjetas escribimos una adivinanza describiendo nuestra personalidad y terminamos diciendo: ¿Quién soy?

  • Esa es una parte del regalo, lo siguiente es un vídeo de diapositivas, en el que tuvimos que escanear miles de fotos de nuestra infancia y de la juventud de mi padre, para empezar por hacerlo reír con fotos estúpidas y acabar con un emotivo mensaje que esperemos que recuerde y le haga quizás llorar.


  • Y por último y no por ello menos importante, es más, es lo que más me gusta. Una hoja con una poesía que él escribió tras separarse de mi madre, en el que cuenta cuanto echa de menos el vernos dormir, el darnos ese beso de buenas noches, define el significado de ser padre para él y la importancia que conlleva para el. La verdad es que una cosa es contarlo y otra leerla, puedo asegurar que cada vez que leo esa carta hace que llore. Además de esa emotiva carta, escribimos la carta que recibió el año pasado por parte de una de nosotras, en el que decía que importante era el día del padre y lo que significaba. Y por consiguiente, cada una de nosotras explicamos lo que significa un padre para nosotras, lo que significa ÉL para nosotras. No voy a escribir lo que mis hermanas han escrito, pero ya que he publicado una carta hacia mi madre faltaba sólo publicar la que he escrito a mi padre. Por desgracia, no la tengo junto a mí, la tiene mi hermana para poder copiarla e imprimirla. Mañana cuando se la presentemos a mi padre me haré cargo de cogerla y subirla al blog, siento mucho las molestias y espero que les sirva de ayuda lo que hemos realizado mis hermanas y yo este año para este día que pienso que debería ser recordado al igual que el día de la madre.

 A continuación os dejo la historia del origen del día del padre. Me la contó mi hermana y me pareció muy interesante. 





El verdadero origen del 'Día del Padre' surge el 19 de junio de 1909 en Estados Unidos cuando una mujer llamada  Sonora Smart Dodd quiso homenajear a su padre, Henry Jackson Smart. Este veterano de la guerra civil se convirtió en viudo cuando su esposa (la madre de Sonora Smart Dodd) murío en el parto de su sexto hijo. Fue en una granja rural en el estado de Washington donde Henry Jackson se hizo cargo de la educación de seis niños. Sonora Smart se dio cuenta de que su padre había sido todo un ejemplo a seguir y propuso la fecha del nacimiento de su padre, el 19 de junio, para celebrar el Día del Padre.
La idea de instituir un Día del Padre fue acogida con entusiasmo por muchas personas en diversos condados y ciudades, pero no fue hasta 1924 cuando el presidente Calvin Coolidge apoyó la idea de establecer un día nacional del padre.  En 1966 el presidente Lyndon Johnson firmó una proclamación que declaraba el tercer domingo de junio como día del padre en Estados Unidos.
Esta festividad se celebra en la mayoría del continente americano el tercer domingo de junio. La fecha cambia en los países de orígen católico, como el caso de España, que se relaciona el Día del Padre con la Festividad de San José, padre de Jesús de Nazaret, que se celebra el 19 de marzo. En esa fecha, la familia se une para celebrar con regalos la labor de los padres y el amor que se les profesa.


  Esta historia pertenece a: http://diapadre.com/historia/

martes, 21 de febrero de 2012

Gloria Fuertes :)


Quitaros esa máscara,
la tristeza no es más que una careta,
puede durar tanto como tardes en quitártela tú mismo,
prueba.
Estás provocándote llanto artificial, hermano;
he dicho hermano y debí decir amante.
Nos cogemos las manos y no decimos que se siente nada.
Poco a poco se va mezclando nuestra sangre en los
encuentros.
Un buen día acabaremos por ser la misma cosa.
Libres somos.
Frecuentamos el dolor porque queremos,
como pudiéramos frecuentar el parque.
Hablamos de mutuas soledades,
hablamos de aventuras que tuvimos,
de que todo está lejos,
de que es difícil.
Y nunca hablamos de esto maravilloso que nos va
convirtiendo en ranas.
Quién dijo que la melancolía es elegante?
Quitaros esa máscara de tristeza,
siempre hay motivo para cantar,
para alabar al santísimo misterio,
no seamos cobardes,
corramos a decírselo a quien sea,
siempre hay alguien que amamos y nos ama.


Este texto pertenece a Gloria Fuertes, y me parece la mejor representación de mi blog. Sé que lo que digo sobre que hay motivos para sonreír os parecerá ridículo, viniendo de una chica como yo, y más cuando están viviendo muchas personas esos problemas en este momento. Pero no es así, aunque sea pequeña y muchos digan que no sé de lo que hablo, en estos momentos estoy pasando por una mala racha, dicen que después de la tormenta llega la calma, pero en mi caso esta tormenta se está alargando bastante, y cada vez a peor. Os lo aseguro. Pero aún viviendolo y pasándolo mal día a día, os aseguro que lo mejor es tener alguien o algo que os de una sonrisa en un mal momento. Gracias a dios yo lo tengo, hace exactamente una semana y un día nació mi prima, y cada vez que veo sus fotos hace que consiga olvidar durante unos instantes todo ese mal. Y sé que cada uno tiene a alguien especial que os haga sentir eso. Asique yo pienso, que pase lo que pase, siempre tengan una foto de esa persona cerca, para, si en algún momento estáis bajos de moral, la vean y sientan que sois los más afortunados en este mundo.