jueves, 31 de enero de 2013

Recaida.


¿Me quiere?¿No me quiere? En estos momentos se siente como cuando quitabas pétalo a pétalo a una flor, esperando siempre el mejor resultado. Me recuerda a mi niñez, en la que intentaba resolver mis problemas con la ayuda del azar. 
Pero las cosas ahora son diferentes, he crecido. Me he dado cuenta que las decisiones importantes no se basan en dejarlo en manos del destino. 
¿Porqué será tan difícil decir Si o no? ¿Porqué la gente da largas cuando hay un problema en medio? ¿Porque huyen? 
¿Porqué no eres transparente? ¿Porque no puedo ver a través de tí? Como decían en crepúsculo, tus trastornos de personalidad son como latigazos... no sé que hacer para acabar con esto. 
¿Porqué un día actúas de una forma, y a la mañana siguiente cambias el chip? ¿Acaso juegas con mis sentimientos? 

Lo peor de sentirme así no es la simple sensación de ser tu juguete, que también. Lo peor es, que cuando intento olvidarte, vuelves dándome esperanzas, y así comienza un ciclo. Te quiero, ahora ya no, te doy esperanzas, ahora paso de ti. ¿Tanto te divierte hacerme mal?

¿Pero sabes que es lo peor? Saber que no eres para mí, que no estamos hechos el uno para el otro, que no me convienes, saber que ni siquiera eres el prototipo de chico que me atrae, y pese a todo eso, seguir pensándote  seguir queriendo que me expliques, y en el peor de los casos, dudar sobre si darte una oportunidad más. Pero lo siento, lo siento a todos aquellos que me quieren y me estáis viendo sufrir. Quizás me estoy volviendo estúpida, quizás estoy pecando de tonta por dejarme herir tan fácilmente, pero realmente me siento atada, me siento paralizada en estos momentos. Al igual que el muro de Berlín, tras ese muro enorme que me creo ante cualquier peligro, al llegar él, se derrumba en pedazos, me ablandas y me destruyes. Y es que quiero tanto que duele. 

Duele sentirse una mierda, sentirse que no vales nada en comparación con esa persona, sea o no sea así la realidad. Duele ver como vacilas. Me duele verte feliz, cuando yo estoy poniendo máscaras para hacerte creer que me va genial sin tí, que no me afecta para nada vivir sin tí. Mentiras nada mas. Porque día a día te veo, te busco, y me digo a mi misma lo estúpida que soy al hacer eso. 

Y pasa el tiempo, y el ciclo sigue. Y ahora mismo me encuentro en la peor posición. Con esperanzas de un nuevo indicio, que nunca llegará. Porque al fin y al cabo, acabarás volviendo a ignorarme, y yo acabaré jurándome olvidarte, ¿verdad? Me tocará fingir ser fuerte, otra vez más.

Pero realmente no puedo odiarte, no. Me odio a mi misma, por dejar que esto influya en mí. Odio los pasos que me hacen volver a la misma rutina. Feliz, por saber que tengo a las mejores personas en mi vida día a día, demostrándome que me quieren y disfrutando con ellos, queriéndolos  Segundo, confundida por algún nuevo indicio tuyo, un simple: "Tenemos que hablar" que convierte mi rutina en un sólo pensamiento: "¿Cuándo vendrá a hablar conmigo?" y así comienza todo. Espero tu llegada, tu mensaje, un simple indicio que dice que realmente quieres solucionarlo. Y por último, el sentimiento de tristeza por haber caído de nuevo en el mismo juego, el no saber que hacer para volver a recomponerme. 

Y siento miedo, porque no sé que pasará ahora. Porque sé que es lo que me conviene, pero una y otra vez sigo igual. Quizás el destino me aguarda algo mejor, que está tardando en llegar, pero que espero con ansias. Tiempo al tiempo.